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NOTICIAS & CONSEJOS

¿Ha servido el movimiento Me Too para combatir el acoso y abuso sexual?

Martes, Agosto 06, 2019

Pocas campañas de denuncia social a lo largo de la historia moderna han logrado el nivel de alcance que tuvo, y sigue teniendo el movimiento conocido como #MeToo. Esta iniciativa consiguió impactar socialmente en la búsqueda del respeto, igualdad y equidad de género. 

De este modo, el movimiento #MeToo ha logrado poner bajo la lupa de la justicia a algunos de los hombres más poderosos del mundo, los cuales varían desde políticos y magnates hasta titanes empresariales e íconos de la cultura popular alrededor del mundo. 

No obstante a esto, muchas integrantes de la sociedad civil y de la clases sociales menos alumbradas por el foco de la prensa internacional, pueden asegurar que ha sido poco el efecto que el movimiento ha tenido en el problema más generalizado de abuso sexual, acoso y violencia que perpetran cientos de hombres que no son ni famosos ni tan poderosos en el día a día. 

El #MeToo y el dilema de las micro-agresiones sociales

Sarah Khan, politóloga de la Universidad de Yale y estudiosa de los conflictos de violencia sexual, explica que la naturaleza por la cual movimientos de esta índole presentan una poca democratización en los sectores más masivos de la sociedad, radica en un concepto social que los científicos llaman “conocimiento común”. Por lo anterior se entiende a la idea de que el cambio sistémico, es moldeado a través  de las percepciones que las personas tienen sobre las creencias y los valores de lo demás, y no solo en lo que uno cree al respecto. 

Y es que si bien el movimiento #MeToo ha recorrido un largo camino para iniciar conversaciones sobre el acoso sexual, como por ejemplo los casos dados en el lugar de trabajo, un alto índice de mujeres dice que aún están siendo acosadas en la oficina. Estol puede ser reflejado en evaluaciones como la realizada por el Centro para la Innovación del Talento, la cual muestra que en la actualidad al menos una de cada tres mujeres en profesiones de cuello blanco ha sufrido acoso sexual. 

De este modo es posible observar que la lucha en pro de la reducción de la conducta sexual inapropiada y abuso contra la mujer, plantea una especie de problema de coordinación: no solo se debe cambiar la perspectiva que la gente tiene del tema, sino reflejar dichos cambios en normas, leyes y acciones directas que protejan a la mujer contra la violencia de la que es partícipe. 

He aquí el principal problema que movimientos como este siempre deberán enfrentar, el hecho de que, si no se consigue castigar a los perpetradores, se corre el riesgo de que lo que se envíe es un mensaje desalentador. Aunque cientos de miles de mujeres piden un cambio en el sistema, la verdad es que no hay cambios reales y registrables reflejados. Por esta razón es importante destacar que estas luchas nunca pueden quedar retenidas dentro de las barreras de los medios digitales.