¡Ganemos la batalla al azúcar añadido!

¿Cuántas veces sentimos que un plato necesita un toque más de azúcar? Así pensamos muchos y es muy probable que sea el resultado de la gran campaña de mercadeo realizada por las grandes compañías fabricantes de lo que quizás es hoy en día uno de los mayores enemigos de salud mundial: los azúcares añadidos.
Los azúcares añadidos se entienden como todos aquellos edulcorantes de origen azucarado que en el proceso de refinamiento son añadidos como componente extra agregado a un producto consumible por el ser humano. Estos pueden estar presentes en un plato realizado en el hogar al ser añadido de manera manual o en aquellos alimentos que vienen ya previamente endulzados desde su fabricación industrial, siendo estos el principal foco del problema relacionado con este ingrediente poco saludable.
Según explica el Dr. Francesco Branca, Director del Departamento de Nutrición para la Salud y el Desarrollo de la OMS, los azúcares no son necesarios desde el punto de vista nutricional y estos no deben sobrepasar un 10% del consumo energético diario de una persona.
Curiosamente, se estima que uno de los principales ingredientes de los alimentos procesados en la actualidad son los altos contenidos de azúcares agregados a sus fórmulas, lo cual según estudios de la Organización Mundial de la Salud, representa una de las principales de causas de obesidad en el mundo.
¿Cómo podemos disminuir el consumo de azúcar añadido?
El principal problema con la sustitución de los azúcares añadidos, es el hecho de que se encuentra presente en la gran mayoría de los alimentos procesados en el mundo, hecho que dificulta mucho escapar de su consumo de manera fácil. Sin embargo, si se desea prevenir el desarrollo de graves enfermedades nutricionales ligadas con dicho consumo, algunas útiles recomendaciones son:
1. Elimina la cantidad de azúcar en alimentos regulares de la mañana como los cereales, el café o el té.
2. Evita el consumo de bebidas azucaradas. Recuerda que los batidos de frutas pueden realizarse solo con la pulpa y estos no requieren realmente del agregado edulcorante al que estás acostumbrado.
3. Experimenta con especias alternas para dar un toque de dulzor a tus platos. Por ejemplo, algunas buenas opciones para esto son la canela, la vainilla o el uso de frutas como la manzana para dar un agradable toque de dulzor a guisos o consomés.
4. En vez de consumir golosinas como meriendas, opta por opciones más saludables como frutas naturales.
5. Cuídate de los alimentos procesados y ultraprocesados, puesto que muchos de estos poseen altos porcentajes de azúcar agregada dentro de su composición. Entre los más comunes se encuentran las salsas de tomate, los cereales, las gaseosas, las barras proteicas, los jugos procesados, las golosinas y las bebidas energizantes.