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RISK IN CONTEXT

¿Son las empresas responsables del cambio climático?

Miércoles, 04 Diciembre 2019

Madrid acoge la Cumbre del Clima conocida como COP25 del 2 al 13 de diciembre de 2019, la cual tiene como meta hacer efectivo el acuerdo de París firmado en 2015, en el que se estableció limitar el aumento de la temperatura global del planeta un máximo de 2ºC durante este siglo. La finalidad del encuentro es que los países se comprometan y alcancen un acuerdo que establezca obligaciones para todas las naciones implicadas en combatir el cambio climático. 

Los avances en climatología y los efectos del cambio climático sobre el planeta han despertado la conciencia de muchas personas y aumentado la urgencia de tomar medidas al respecto. Debido a que parte de la población considera que no se está haciendo lo suficiente, algunos han recurrido a los tribunales para que los responsables del cambio climático asuman las consecuencias.

El aumento de la responsabilidad de las empresas

El sector privado es cada vez más el foco de demandas relacionadas con el cambio climático, entre las que se incluyen las interpuestas a grandes compañías de petróleo y gas.

La primera oleada de demandas climáticas contra compañías trató de responsabilizarlas de su papel como generadoras de emisiones de gases de efecto invernadero, que han ocasionado fenómenos meteorológicos extremos como tormentas, inundaciones y un inicio del aumento del nivel del mar. Estos casos tienen cada vez más éxito, dado que los tribunales comienzan poco a poco a reconocer el vínculo entre las actividades de las principales compañías de emisión de carbono y los fenómenos meteorológicos consecuencia del cambio climático.

En 2014 Richard Heede publicó un artículo esclarecedor al respecto, ya que identificó las 90 principales compañías responsables del 63% de las emisiones globales de efecto invernadero desde la Revolución Industrial.

Sin embargo, no todo son malas noticias. En el caso de España, según Bloomberg NEF, las inversiones en energías renovables se han triplicado hasta 3.700 millones en el primer semestre de 2019, un 235% más que en el mismo periodo el año anterior. Y, según ONU Medioambiente, a nivel mundial, la capacidad de las renovables se ha cuadriplicado de 2009 a 2019 con una inversión global próxima a los 2,3 billones de euros.

Las atribuciones del cambio climático

El estudio del geógrafo Heede fue una de las piezas clave en la petición presentada ante la Comisión de Derechos Humanos de Filipinas para responsabilizar a la industria petrolera de los devastadores tifones que sufrió el país. Finalmente, la Comisión exigió responsabilidades a 47 de los mayores inversores en petroleras.

La Comisión tiene autoridad para investigar las violaciones de derechos humanos derivadas del cambio climático. Si bien la comisión no tiene poderes judiciales, sus conclusiones pueden constituir la base de la acción judicial en los tribunales.

Nuevas líneas de responsabilidad

Mientras tanto, surgen nuevas vías de responsabilidad, como en el caso de los bancos o aseguradoras, que comienzan a tener el compromiso de revelar los riesgos que puede suponer el cambio climático. Esto reduce las probabilidades de demanda al tiempo que permite evaluar y responder a dicho riesgo, lo cual resulta beneficioso para todos: reducir el riesgo derivado del clima significa ganancias más resistentes y un planeta más seguro.

Pero esto solo es posible si las empresas implementan estrategias fiables y transparentes que reduzcan la emisión de gases y demuestren el interés por paliar los efectos del cambio climático.

Las demandas contra las compañías pueden suponer multas, e incluso consecuencias negativas para su reputación, valor de la compañía (caída en el precio de las acciones), relaciones contractuales, etc.  

El Grupo de Trabajo sobre Divulgaciones Financieras relacionadas con el Clima (TCFD), que pertenece al Consejo de Estabilidad Financiera, estudia los riesgos físicos, de responsabilidad civil y de transición, asociados al cambio climático. Su trabajo y recomendaciones ayudan a las empresas a medir y responder a los mismos, y motiva a las instituciones a alinear sus revelaciones con las necesidades de los inversores.

Actualmente, en Estados Unidos se están aplicando leyes de fraude y protección de los consumidores en relación con la divulgación de información climática o con el engaño a consumidores e inversores con respecto al impacto de los productos combustibles fósiles.