Seguros de vida: una herramienta de inversión

El seguro de vida es, ante todo, una herramienta de inversión. Durante toda la vida trabajamos, invertimos, creamos valor, y todo lo hacemos con la convicción de dejar a nuestros descendientes un futuro seguro a través de una herencia. Sin embargo, en muchas ocasiones nos restringimos de hacer cosas e incluso de darnos ciertos lujos, ya que nos enfocamos únicamente en la acumulación de la herencia. En este sentido, es importante recordar que el seguro de vida está diseñado para indemnizar a los beneficiarios, en caso de fallecimiento del asegurado por cualquier causa.
De tal manera, el seguro de vida funciona como una herramienta que se puede utilizar para heredar sin haber acumulado. Así de sencillo. Y digo que es una herramienta de inversión porque si se suma la prima que se paga por un determinado tiempo versus el beneficio (indemnización) que recibirán los herederos en caso de fallecimiento del asegurado, es evidente que es muy difícil hacer una inversión (prima) que represente un beneficio tan elevado.
Para ejemplificar el comparativo entre prima versus indemnización, veamos este ejemplo: si una persona contrata un seguro a la edad de 35 a finalizar a los 85 años, por una suma de $500,000 dólares, la prima podría ser de $1,000 dólares anuales, lo que representa un pago total en ese periodo de sólo $50,000 dólares. En comparación a la indemnización que recibirán sus familiares, en caso de un infortunio, es un porcentaje muy positivo.
Los avances científicos han permitido que el ser humano aumente significativamente su esperanza de vida. Lo más recomendable es que -a diferencia de lo que se suele pensar- se adquiera el seguro de vida desde una edad temprana cuando la salud impera y es más viable pasar los filtros exigidos por las aseguradoras. Algunas pólizas en Panamá llegan a un término de 99 años y aunque parezca una cifra lejana, cada día es más posible llegar a ella.
Estudios realizados por el Departamento de Estadísticas del Reino Unido respaldan este hecho, asegurando que la tendencia de superar los 90 años ha aumentado con relevancia a nivel mundial. Estados Unidos, por instancia, ha mostrado cambios similares. Un par de ejemplos de Latinoamérica: en el 2013, México registró unas 18,000 personas con 100 años o más, mientras que en Panamá la esperanza de vida roza los 78 años, pero la tendencia es la misma.
En la actualidad, los seguros de vida son un bien que puede ser adquirido con planificación y el pago que realizará la póliza puede ser hasta 12 veces mayor que el salario anual. Es importante destacar que, como la meta es el progreso constante, su beneficios serán mayores y, por ende, también lo serán sus ingresos. Consecuentemente, puede optar por incrementar la indemnización, pensando en que esta será un reemplazo de sus ingresos familiares.
Beneficios adicionales del seguro de vida
Hay muchos sentimientos encontrados en cuanto al tema de adquirir un seguro de vida, y se puede generar un debate entre “sí creo que me pasará en un futuro muy cercano, o no”. Ante esta incertidumbre es imperativo evaluar los riesgos y contar con un respaldo de esta magnitud; esto representa una gran oportunidad para concretar sus metas y, en el peor de los casos, una manera de sustentar a su familia.
La rentabilidad de una póliza de seguro de vida es otro factor importante que surge al momento de la compra: “es muy caro para mí”. Contrario a lo que se suele pensar, el seguro de vida siempre se debe calcular y adecuar con base al ingreso y presupuesto actual del asegurado. De acuerdo a las proyecciones a futuro del asegurado, puede o no aumentar el beneficio.
Finalmente, otra latente ventaja que ofrece el contratar este servicio es que brinda las herramientas para una mayor y mejor planificación financiera a mediano y a largo plazo. Por ejemplo, para un sinnúmero de trámites crediticios se requiere contar con un seguro de vida a razón de garantía. De manera reiterada, la contratación de la póliza funge como herramienta de planificación financiera y, paralelamente, garantiza la cancelación de sus deudas y una sólida herencia para su familia.