Cómo gestionar el riesgo en una industria automovilística en evolución

La industria automotriz está entrando en una nueva era, impulsada por la creciente tendencia hacia vehículos eléctricos y híbridos, así como el desarrollo de tecnología autónoma. El cambio hacia un modelo que está impulsado mecánicamente a uno que es impulsado por la tecnología significa que los gigantes de la tecnología como Google, Apple, Microsoft y Tesla desempeñarán un papel más importante en el futuro.

Los operadores establecidos tendrán ahora que repensar sus modelos existentes y la forma en que los beneficios se distribuyen en la cadena de valor del automóvil. La industria tendrá que adaptar los modelos de negocio a las nuevas tendencias y encontrar nuevas maneras de cooperar y colaborar con estas empresas de tecnología con el fin de prosperar.

La cooperación y la colaboración con actores externos a la industria se convertirán en uno de los desafíos para el éxito futuro. Por ejemplo, los fabricantes de equipos originales (OEMs, por sus siglas en ingés) potencialmente generarán más ingresos de productos y servicios que soportan el vehículo a lo largo de su ciclo de vida, como los servicios de datos y conectividad. Los fabricantes de equipos originales tendrán que adaptar los procesos actuales a través de funciones para incorporar nuevos componentes de conectividad, por ejemplo, actualizaciones de software para vehículos ya en uso y evaluación de cómo proporcionar acceso de vehículos a terceros proveedores, como aplicaciones o datos de mapas.

Este nuevo entorno dará lugar a nuevos riesgos, como el cibernético y la interrupción del negocio, y probablemente dará lugar a nuevas exposiciones regulatorias a medida que se establezca la gobernanza en torno a la nueva tecnología

Preparándose para la Incertidumbre

Los gerentes de la industria automovilística están bien versados en operar en un ambiente complejo. Sin embargo, como la industria tendrá un aspecto muy diferente en 10 a 15 años, los operadores históricos y los nuevos participantes deberán evaluar cómo estos nuevos desafíos alteran sus perfiles de riesgo. Le sugerimos que considere las siguientes acciones a prepararse para esta nueva forma de trabajar:

• Alinee su gestión de riesgos con la estrategia corporativa y desarrolle la planificación de escenarios para comprender mejor el impacto que tienen nuevos riesgos en su organización y los objetivos de su negocio.

• Esté atento a los nuevos riesgos para identificar las tendencias que requerirán atención específica. Por ejemplo, a medida que su riesgo de interrupción de negocio se mueve de lo tangible a lo virtual.

• Construya una cartera de su cobertura de seguro para asegurar que no hay brechas como la indemnización profesional, cibernética, y los riesgos de recuperación de productos convergen.

• Entienda la seguridad cibernética, incluidas las implicaciones de la recopilación, el intercambio y el almacenamiento de datos, particularmente cuando se forman nuevas asociaciones y empresas conjuntas.

• Desarrolle una estrategia activa de gestión de riesgos de múltiples proveedores a medida que se forman nuevas alianzas con proveedores no tradicionales, particularmente en el espacio tecnológico.

• Implemente una cultura que sea ágil al riesgo y asegúrese de que los empleados estén preparados con las habilidades necesarias para asegurar que los esfuerzos de cumplimiento se mantengan a la par con la innovación y el crecimiento.

Repensar los modelos de negocio y estar preparados para nuevos riesgos lo posicionará mejor para enfrentar el entorno cambiante que está por venir.