¿Estamos preparados para la temporada de huracanes en el Pacífico?

Hace unas semanas tuve la oportunidad de regresar a la hermosa tierra de Los Cabos, en Baja California, México. La última vez que estuve en este paraíso parecía más una ciudad en guerra que un centro turístico, ya que mi visita ocurrió después del trágico paso del huracán Odile en el 2014, que ocasionó a la entidad pérdidas económicas billonarias, y a la industria aseguradora pérdidas de alrededor de $1.2 billones de dólares.
Han pasado casi 3 años, y realmente me dio mucho placer que se hayan recuperado las cosas después de tan tremendo huracán que azoto a esta ciudad con vientos de más de 200 Km/h. Sin embargo, las preguntas que todos nos hacemos, tanto locales como extranjeros son si ¿realmente se aprendió la lección dejada por Odile? ¿Se han construido las edificaciones siguiendo los códigos de construcción civil? ¿Se han comprado las coberturas necesarias de seguro para mitigar los paros económicos como consecuencia de eventos catastróficos? ¿Hemos implementado plan de continuidad de negocio?
Como todos sabemos, el cambio climático no es algo nuevo, realmente está ocurriendo, y esto puede afectar la frecuencia y la intensidad de los huracanes. Se dice que la frecuencia de eventos de huracanes en la zona del Océano Pacifico está correlacionada con la temperatura del océano a lo largo del Pacífico. La frecuencia relativa de los huracanes, entonces, que puede esperarse en las cuencas del Atlántico o del Pacífico, puede estar relacionada con la señal ENSO, que rastrea las tendencias de la temperatura de la superficie del mar. En los años en los que hay una fuerte señal ENSO (podemos decir que en los años de "El Niño" habría una frecuencia ligeramente mayor de actividad de huracanes, y en los años de "La Niña") debería haber una actividad ligeramente superior en la cuenca del Atlántico.
¿Qué dicen los expertos sobre la temporada de 2017 de huracanes en el Pacífico l? Peter Sousounis, Director de Meteorología de la empresa de modeladora de catástrofes, AIR Worldwide, ha comentado:
"En estos momentos (la señal ENSO) es neutra (ligeramente negativa) y tenderá lentamente a ser positiva a través de la primavera y a principios de verano. Sin embargo, aun así será neutral. Hay una mejor oportunidad de que no se desarrolle otro evento [débil] El Niño en otoño. Debido a que el evento sería débil, incluso si se desarrolla, y debido a la incertidumbre que ni siquiera se pueda desarrollar, no creemos que el ENSO (proyección) será un factor fuerte en las previsiones de huracanes para este año".
Entonces, ¿podemos decir que Los Cabos está más seguro de la actividad de huracán cuando se pronostica una señal neutral o "La Nina"? Tristemente no. Aunque podríamos esperar una temporada menos "activa", es decir, menos ciclones tropicales en general, los eventos producidos tienen la misma probabilidad de ser fuertes y causar daños al llegar a tierra. Por ejemplo, el huracán Odile, se produjo en un año en el que la señal ENSO era neutral. Varias otras tormentas importantes en la historia de México también ocurrieron durante años en los cuales la señal de ENSO era neutral, o débil.
Perdidas Económicas asociadas e ENSO – Huracanes Neutrales afectando a México
Manuel 2013 $4.32 billion
Beatriz 1993 $2.82 billion
"Mexico" 1959 $2.3 billion
Odile 2014 $1.23 billion
Norman 1978 $1.1 billion
Economic Loss - Source: Wikipedia
La comunidad científica dice que hay huracanes muy importantes que podrían golpear incluso cuando las señales están indicando una frecuencia más baja.
Esto nos llama a la acción después de haber visto la destrucción causada por Odile. Consciente de que los eventos pueden ocurrir en un año determinado, necesitamos buscar activamente una mejor información sobre nuestros riesgos para tomar decisiones informadas sobre dónde y cómo invertir. Los riesgos a mitigar y su transferencia a través de vehículos financieros como los seguros.
A medida que los motores económicos importantes como Los Cabos, Acapulco y Puerto Vallarta miren hacia el futuro, es importante que desarrollemos cuidadosamente estrategias para proteger los intereses tanto privados como públicos y volvernos más resistentes frente a cualquier desastre de la naturaleza.